PROGRAMA 2021
José Ángel Rodríguez y Antonio Turok: la fotografía lo cambia todo
Junio 11 a Agosto 7, 2021 - La Enseñanza: casa de la ciudad, San Cristóbal de las Casas, Chiapas
Bats´i Lab inicia su programa de exposiciones en el 2021 con una visión retrospectiva de la obra de José Ángel Rodríguez y Antonio Turok, dos fotógrafos que representan un puente crucial entre la historia de la fotografía en México y su desarrollo en Chiapas.
Herederos de la escuela de fotografía mexicana, José Ángel y Antonio desarrollaron una forma particular de trabajo gracias a su alianza para establecerse en Chiapas, lugar que a partir de 1980 dio forma a su trayectoria. Su arraigo en San Cristóbal de las Casas los distingue de otros fotógrafos mexicanos tanto por los temas que abordan como por su orientación artística en que combinan el documentalismo y la imagen poética en ensayos de gran profundidad. A partir de 1980 trabajan en colaboración abordando los grandes temas que han definido a Chiapas en el entorno nacional, desde la colonización de la Selva Lacandona y el desplazamiento hacia esa región de refugiados por los conflictos en Guatemala, hasta la actual crisis migratoria en América Central. La riqueza de su trabajo sobre la vida cotidiana y ritual de los pueblos indígenas de Chiapas en el período que llevó al levantamiento Zapatista de 1994, así como los efectos de la militarización de esta región, son ejes centrales de su trabajo fotográfico.
Estos dos fotógrafos comparten un gran compromiso con su formación artística y profesional, así como una práctica comprometida con los sujetos y comunidades en las que trabajan. A partir de estos compromisos compartidos, surgen importantes diferencias en su estilo fotográfico que ilustran la forma en que la fotografía genera nuevas narrativas, transforma nuestra percepción y nutre la imaginación artística. Las imágenes fotográficas de José Ángel y Antonio nos invitan a observar cómo una misma realidad se transforma en la fotografía a través de la selección de sujetos y momentos; la forma de aproximarse y encuadrar una imagen; y el procesamiento, edición e impresión de una fotografía.
Otro aspecto distintivo del trabajo de José Ángel y Antonio es el compromiso con la producción de imágenes impresas de alta calidad. Desde el inicio de su colaboración en la formación de Camarinta en San Cristóbal en 1981, han dedicado un importante esfuerzo a la impresión en plata gelatina, la producción de foto-postales y la publicación de foto-libros. Estos procesos han combinado sus habilidades y formación como impresores para generar una amplia producción que constituye hoy en día una memoria visual compartida. A la vez, esa producción impresa les permitió establecer una base independiente de ingresos para dar continuidad a su trabajo en Chiapas durante dos décadas.
Esta exposición está centrada en una importante muestra de la producción original de estos fotógrafos en plata gelatina, hoy en día parte de la Colección Bats´i Lab. A la vez la exposición explora su producción de foto-postales y foto-libros, así como el contexto particular de San Cristóbal y la comunidad artística en que se desarrolló este trabajo.
ANTONIO TUROK
Nació en 1955 en la ciudad de México. Tuvo su primer acercamiento con la fotografía trabajando con sus padres en la producción de foto postales. En 1972 viajó por primera vez a Chiapas y a partir de 1975 se instala permanentemente en San Cristóbal. Aquí comenzó a desarrollar un trabajo documental influenciado por el contexto social y artístico de la época. A partir de entonces compartió viajes, proyectos e inquietudes con José Ángel Rodríguez. En 1980 los dos se asocian para montar un cuarto oscuro en San Cristóbal. Así nace “Camarinta”, base de múltiples colaboraciones con la creciente comunidad artística e intelectual chiapaneca.
Su trabajo se orientó a las comunidades indígenas, la vida cotidiana, y los conflictos sociales. En la década de 1980 trabajó en los campamentos de refugiados en México y como corresponsal en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. En los 90s documentó el levantamiento zapatista en Chiapas y el proceso de militarización de la región. Más tarde, en Oaxaca, cubrió el movimiento de la APPO.
A lo largo de su trayectoria ha obtenido reconocimientos y distinciones por su quehacer fotográfico, entre ellos la beca de la Fundación John Simon Guggenheim; el Premio del Mother Jones Fund for Documentary Photography; y la beca del Museum of Photographic Arts de San Diego, California. También ha colaborado en diferentes medios y publicado los libros Imágenes de Nicaragua (1988); Chiapas: The End of Silence/El Fin del silencio (Era/Aperture 1998) y La fiesta y la Rebelión (2018). Su obra se encuentra incluida en colecciones de diversos museos y colecciones privadas.
JOSÉ ÁNGEL RODRÍGUEZ
Nació en 1954 en Peñón Blanco, Durango. Se inicia en la fotografía en 1971 al trabajar como laboratorista del Club Fotográfico de México. Al mismo tiempo, toma clases de Arte Fotográfico con el maestro Alejandro Parodi. Posteriormente trabaja como discípulo y asistente de Manuel Álvarez Bravo. En 1978 emprende una estancia por un año en las comunidades indígenas del norte de México, incluyendo la tierra de sus ancestros Tepehuanos en la Sierra de Durango. En 1979 regresa como asistente del maestro Manuel Álvarez Bravo. Desde entonces se ha distinguido como fotógrafo e impresor en plata gelatina.
En su trayectoria desarrolla un profundo interés por las comunidades indígenas, iniciando con su trabajo para Mariana Yampolsky en el desarrollo de materiales educativos. En 1980 se establece en San Cristóbal, en donde junto con Antonio Turok y un grupo diverso de artistas continúa su labor.
En su comentario sobre la fotografía de José Ángel, John Berger (2005) nos dice: “lo cierto es que ha estado en franca conversación con Goya durante muchos años... Yo diría que esta fotografía escucha. Todo en ella está escuchando en espera de una contestación.” En esa escucha, José Ángel ha realizado múltiples ensayos fotográficos de la vida cotidiana y ritual de los pueblos de México, así como de eventos claves en la región, incluyendo el refugio guatemalteco, el terremoto en la Ciudad de México en 1985 y el levantamiento zapatista.
Ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo la medalla Shingwauk, por Algoma University y la medalla al mérito fotográfico en Chiapas. Sus libros incluyen Vidas Ceremoniales (1991) y Lok’Tavanej cazador de imágenes (2002). Su obra es parte de importantes colecciones de museos de la fotografía en México, Estados Unidos y Europa.